EL terremoto en Chile que ocurrió hace algunas horas a dejado 215 muertos confirmados, tuvo su epicentro en Concepción, ciudad de la Jacqueline, y llegó hasta la Quinta Región.
Yo venía llegando de una fiesta de disfraces, menos mal que no tenía ganas de tomar. Bajé al patio a una pieza a ver 24 la séptima temporada, eran las 350 am o por ahí.
De pronto se cortó la luz y el perro comenzó a ladrar, de forma desesperada. Se escuchaban ruidos, que para mi eran pasos, y los vidrios sonaban como si alguien se estuviera golpeando contra ellos. Estaba seguro en ese momento que unos ladrones entraron en mi casa y nos estaban asaltando, tomé un palo, que fue lo único que encontré, abrí la puerta y mandé al perro adentro por ahí para yo entrar por otra parte, entonces miro en cielo y lo que veía de la ciudad, todo oscuro, completamente oscuro.
El piso se comenzó a mover, cada vez más fuerte, y unos destellos que provenían de derecha e izquierda iluminaban todo, entonces descubrí que era un terremoto y me sentí aliviado. Suena extraño, pero pensar que estaban pegándole a mi familia y que habían ladrones en la casa fue un susto que nadie debería tener, y un terremoto, algo natural, es inevitable.
Entonces vi chispas en el cerro cerca de mi casa, y humo y unas llamas, subí pensando que la casa de un vecino se estaba quemando, pero era el cerro cerca de la casa, entré por otra casa con otros vecinos, eramos tres, con dos palas y una que parecía de juguete, y apagando el fuego con ellas y paleando la tierra sobre las llamas. Escuchábamos sirenas de bomberos pero no pensamos que vendrían hacia nosotros, habían problemas por todas partes.
Cuando logramos apagar el incendio, ya eramos siete personas y no solo 3, bajé a mi casa a descansar, intentamos cargar una batería de auto que teníamos para estos casos, que obviamente estaba descargada cuando ocurrió el terremoto, para conectar unas luces que teníamos.
Una lámpara con una radio incluida de emergencia nos ayudó a iluminar y escuchar la Radio Bio Bio.
Llega un vecino y me pide que lo acompañe a Cau Cau a ver a sus abuelos que estaban solos, nos vamos por el camino internacional y llegamos en 30 minutos, pocos autos, descriteriados la mayoría, andaban con luces altas y no las bajaban. Los camiones pasaban muy rápido.
Cuando íbamos a entrar a la casa, ya que no nos contestaban, pregunté a mi amigo si su abuelo tenía una escopeta, entonces se dio vuelta y nos fuimos a la casa del cuidador, que venía hacia nosotros, nos dijo que estuvo con ellos, estaban durmiendo y que todo estaba bien.
Después de meditar que hacer, eran las 7am, nos dimos la vuelta y en 30 minutos en la casa.
Un vaso de agua y ruidos de electricidad de nuevo. Por la terraza se veía que un poste de electricidad, en el cerro, estaba haciendo corto circuito. Esta vez me alcencé a cambiar de ropa, llené una botella con agua, tomé una pala, mia, grande, y de nuevo al cerro. Apagamos otro incendio, ahora solo tres de nosotros, y al final nos dimos cuenta que el poste donde estábamos era el mismo que había estado haciendo corto circuito y que había explotado. En a base del poste salía humo, todo el rato, con las palas tapamos todo lo que pudimos. Cuando habíamos terminado llegaron los bomberos, esos bomberos que dejan todo para ir a los incendios, y que nadie les paga.
Llegando a mi casa me encontré con unas 7 personas, que todas se iban a quedar con nosotros, algunos habían dejado sus departamentos prácticamente destruidos, o rotos por dentro con vidrios por todas partes, otros tenían susto de un tsunami y otros eran de Santiasco.
Al fin pude dormir a las 9am. Fue como un capítulo de 24, pero solo de 5 episodios.
Yo venía llegando de una fiesta de disfraces, menos mal que no tenía ganas de tomar. Bajé al patio a una pieza a ver 24 la séptima temporada, eran las 350 am o por ahí.
De pronto se cortó la luz y el perro comenzó a ladrar, de forma desesperada. Se escuchaban ruidos, que para mi eran pasos, y los vidrios sonaban como si alguien se estuviera golpeando contra ellos. Estaba seguro en ese momento que unos ladrones entraron en mi casa y nos estaban asaltando, tomé un palo, que fue lo único que encontré, abrí la puerta y mandé al perro adentro por ahí para yo entrar por otra parte, entonces miro en cielo y lo que veía de la ciudad, todo oscuro, completamente oscuro.
El piso se comenzó a mover, cada vez más fuerte, y unos destellos que provenían de derecha e izquierda iluminaban todo, entonces descubrí que era un terremoto y me sentí aliviado. Suena extraño, pero pensar que estaban pegándole a mi familia y que habían ladrones en la casa fue un susto que nadie debería tener, y un terremoto, algo natural, es inevitable.
Entonces vi chispas en el cerro cerca de mi casa, y humo y unas llamas, subí pensando que la casa de un vecino se estaba quemando, pero era el cerro cerca de la casa, entré por otra casa con otros vecinos, eramos tres, con dos palas y una que parecía de juguete, y apagando el fuego con ellas y paleando la tierra sobre las llamas. Escuchábamos sirenas de bomberos pero no pensamos que vendrían hacia nosotros, habían problemas por todas partes.
Cuando logramos apagar el incendio, ya eramos siete personas y no solo 3, bajé a mi casa a descansar, intentamos cargar una batería de auto que teníamos para estos casos, que obviamente estaba descargada cuando ocurrió el terremoto, para conectar unas luces que teníamos.
Una lámpara con una radio incluida de emergencia nos ayudó a iluminar y escuchar la Radio Bio Bio.
Llega un vecino y me pide que lo acompañe a Cau Cau a ver a sus abuelos que estaban solos, nos vamos por el camino internacional y llegamos en 30 minutos, pocos autos, descriteriados la mayoría, andaban con luces altas y no las bajaban. Los camiones pasaban muy rápido.
Cuando íbamos a entrar a la casa, ya que no nos contestaban, pregunté a mi amigo si su abuelo tenía una escopeta, entonces se dio vuelta y nos fuimos a la casa del cuidador, que venía hacia nosotros, nos dijo que estuvo con ellos, estaban durmiendo y que todo estaba bien.
Después de meditar que hacer, eran las 7am, nos dimos la vuelta y en 30 minutos en la casa.
Un vaso de agua y ruidos de electricidad de nuevo. Por la terraza se veía que un poste de electricidad, en el cerro, estaba haciendo corto circuito. Esta vez me alcencé a cambiar de ropa, llené una botella con agua, tomé una pala, mia, grande, y de nuevo al cerro. Apagamos otro incendio, ahora solo tres de nosotros, y al final nos dimos cuenta que el poste donde estábamos era el mismo que había estado haciendo corto circuito y que había explotado. En a base del poste salía humo, todo el rato, con las palas tapamos todo lo que pudimos. Cuando habíamos terminado llegaron los bomberos, esos bomberos que dejan todo para ir a los incendios, y que nadie les paga.
Llegando a mi casa me encontré con unas 7 personas, que todas se iban a quedar con nosotros, algunos habían dejado sus departamentos prácticamente destruidos, o rotos por dentro con vidrios por todas partes, otros tenían susto de un tsunami y otros eran de Santiasco.
Al fin pude dormir a las 9am. Fue como un capítulo de 24, pero solo de 5 episodios.