¡Exactamente eso les pidió Chile en 1972 y, con más fuerza aún, en 1973, para que pusieran fin al gobierno de ladrones que dirigía el tirano Allende! ¡Y los militares cumplieron! Por eso los odian y han creado la figura retórica del atropello de los derechos humanos para ocultar la justicia de la operación y la tiranía de Allende.
Dicen que hasta un intendente socialista pidió que los militares fusilaran in situ a los ladrones que estaban atacando a los supremercados y dejando a la población sin alimentos. Exactamente eso hizo al reforma agraria en 1972-73. ¡Cómo se repite la historia! ¿Entenderán? Por supuesto que no.
Los obispos tendrían que proclamar una pastoral en la que afirmen que todos los que asaltaron los supermercados no pueden comulgar hasta que restituyan lo que robaron. ¿Lo harán? Por supuesto que no.
En fin, la lección del terremoto no será entendida. ¡Qué lástima! Al menos nosotros la entendemos y seguiremos rezando para que los demás la entiendan.
Juan Carlos Ossandón Valdés
P.S. Se autoriza la utilización de estas reflexiones aunque se calle la fuente.